Bonilla quiere un crédito

Bonilla quiere un crédito

Este martes, la diputada de Morena, Brenda Ríos, rompió el silencio y soltó una bomba en el Congreso: acusó al alcalde Marco Bonilla de pedirles que le aprueben, por segunda vez, un crédito por 570 millones de pesos que él mismo dejó vencer. No se trata de una deuda personal —como muchos creyeron erróneamente en redes—, sino de un financiamiento autorizado por el Congreso en 2024, que el propio Bonilla no supo formalizar en tiempo y forma ante Hacienda.Ahora el panista regresa, sonriente, a pedirle a la bancada de Morena y al PT “una ayudita” para extenderle la prórroga. Brenda no se guardó nada: lo acusó de querer que el Congreso lo salve de su omisión administrativa, de usar los recursos para su reposicionamiento político rumbo a 2027, y de andar repartiendo patrullas en municipios donde ni gobierna, mientras acá se le caducaban los plazos.Como si no bastara, ese mismo martes se discutieron dos iniciativas: la del famoso crédito de los 570 millones y otra para redirigir 75 millones más —que iban para un polideportivo— ahora a la compra de radios. Todo bajo el argumento de “trámites administrativos”. Pero en política, los trámites nunca son inocentes.El mensaje de Brenda fue directo: “Esto claramente es para hacerle la campaña. Para que diga que entregó tres puentes y que cumplió”. Y tiene razón. Porque si la ciudadanía no exige consecuencias cuando un funcionario falla en algo tan básico como amarrar un crédito, entonces estamos premiando la incompetencia, no la gestión.El trasfondo del crédito Lo que Brenda dijo tiene un trasfondo aún más delicado, el alcalde Marco Bonilla firmó con Banco Santander el contrato por los 570 millones el 20 de febrero de 2025, ocho días después de que venciera el decreto que le permitía hacerlo. Es decir, sin autorización legal vigente.¿Y luego? El Municipio intentó registrar ese contrato con Hacienda federal. La SHCP lo rechazó. ¿Solución de Bonilla? En lugar de aceptar el error, pide otro decreto, como si se tratara de una prórroga automática. Y en ese embrollo legal, administrativo y político, nadie aclara qué pasará con el contrato que ya firmaron con Santander. ¿Lo van a desechar? ¿Va a tener consecuencias legales? ¿Lo piensan regularizar después por la puerta trasera?Trabajan a marchas forzadas para abrir la frontera al ganadoMientras todo eso pasa en la grilla capitalina, hay un frente silencioso que sí importa, y mucho: el de la ganadería. Porque aunque pocos lo digan, la frontera con Estados Unidos está cerrada para la exportación de ganado mexicano por la presencia del gusano barrenador en el sur del país.Y aunque Chihuahua no tiene casos registrados, el estado no se ha cruzado de brazos. Más de 1,860 productores ya fueron capacitados por la Secretaría de Desarrollo Rural, el Comité Estatal de Protección Pecuaria y Senasica, en una campaña técnica y urgente para frenar la entrada del parásito.Médicos veterinarios recorren los municipios en brigadas móviles, detectando signos clínicos y entrenando a los rancheros para actuar rápido. El objetivo es uno: convencer a las autoridades estadounidenses de que Chihuahua tiene el control y puede garantizar un hato limpio. Sólo así se logrará la reapertura del cruce fronterizo para el ganado.Este esfuerzo, liderado por Juan Carlos Flores en la Dirección de Ganadería, es lo que debería estar en los reflectores. Porque mientras unos juegan con decretos vencidos y politiquería disfrazada de puentes, hay quienes sí están trabajando para proteger la economía real de Chihuahua.Morena celebra la elección judicial… aunque no convenza a todosPara Morena, la elección del Poder Judicial fue un éxito. Así lo afirmó Brighite Granados, dirigente estatal del partido, al destacar que más de 350 mil chihuahuenses participaron en las urnas el pasado 1 de junio. No dudó en calificar el proceso como “histórico, inédito y democrático”, y celebró que la jornada superó a ejercicios previos como la revocación de mandato y la consulta contra expresidentes.Pero, más allá del optimismo partidista, la elección judicial sigue dejando muchas dudas. La baja difusión de los perfiles, las boletas largas, la complejidad logística y el desinterés ciudadano no son detalles menores. Aunque se superaron algunas cifras de participación, el número sigue siendo bajo frente al padrón total, y el proceso fue criticado por colegios de abogados y observadores independientes.Granados intentó darle un giro político al tema, comparando los 13 millones de votos a nivel nacional con los que han obtenido los partidos de oposición en elecciones federales. Pero esa comparación es tramposa: no hubo competencia real, ni una narrativa plural ni equitativa. Fue un ejercicio diseñado desde el poder y capitalizado por el mismo poder.Además, el cierre simbólico con la aparición de AMLO, sonriente, votando y elogiando a Sheinbaum, dejó claro que, para Morena, el mensaje no era la justicia, sino el respaldo político. Y si el objetivo era legitimar al nuevo Poder Judicial ante la ciudadanía, habría que empezar por garantizar su autonomía, no por pintarlo con los colores de un partido.