Ganado detenido, puertas abiertas
Mientras la frontera con Estados Unidos permanece cerrada para la exportación de ganado por el riesgo del gusano barrenador —presente en el sur del país y en Centroamérica—, en otros estados como Durango las reglas parecen más laxas.
Esta semana se confirmó que la empresa SuKarne importó miles de cabezas desde Nicaragua, cruzando por Mazatlán y llevándolas a corrales en Tlahualilo.
En Chihuahua, en cambio, no hay brotes. Y tanto el gobierno estatal como los productores locales han hecho su parte para evitar la propagación del gusano.
Se extreman precauciones, se cumplen protocolos… pero los efectos económicos no se hacen esperar.
Miles de cabezas detenidas, mercados frenados y una cadena de exportación en pausa.La pregunta no es si lo de SuKarne es legal —lo es—, sino si es congruente.
¿Se cierra la exportación nacional por riesgo, pero se abre la importación desde zonas con brotes activos?
El trabajo serio que se hace en Chihuahua merece por lo menos un criterio parejo desde la federación.
Aquí se está conteniendo el problema, y lo mínimo que se espera es coherencia institucional.
Se apaga una presidencia… entre ausencias
Este lunes marcó el final de una etapa en el Poder Judicial de Chihuahua: la magistrada Myriam Hernández Acosta presidió su última sesión como titular del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
Un cierre institucional, sí, pero también simbólico.
De 30 magistrados, asistieron solo 19. Algunos se jubilaron, otros ya no tienen suplente y el Fiscal General —también parte del pleno— justificó su ausencia.
En su despedida, Hernández fue prudente. Dijo que el nuevo modelo de selección de jueces, producto de la reforma impulsada por el Congreso, solo podrá ser evaluado con el tiempo.
Sin balances ni rupturas, el cierre deja en claro que el Poder Judicial entra ahora en terreno nuevo.
Con un esquema electoral inédito, sin todavía resultados visibles, el cambio genera expectativa… pero también incertidumbre.
Bonilla responde, pero no convenceLa denuncia de la diputada Brenda Ríos ante la Fiscalía Anticorrupción por las omisiones en el fraccionamiento Monte Xenit prendió focos en el Ayuntamiento capitalino.
Y el alcalde Marco Bonilla respondió con rapidez, acusando de “politiquería” a Morena y asegurando que el municipio ya atendía el tema antes de cualquier denuncia.
Pero hay matices. Si la diputada no hubiese alzado la voz, ¿habría trascendido el caso como lo hizo?
El propio Bonilla lo admite cuando dice que el ayuntamiento ha estado “dialogando directamente con los vecinos”, pero esa interlocución fue más visible después de la presión política.
El alcalde niega que se usen recursos públicos en la reparación, aunque luego señala que se demandará a los responsables para recuperar “los recursos invertidos”.
Es decir, sí hubo dinero público de por medio.En este tema, Bonilla se defiende con firmeza, pero deja dudas.
Y aunque el discurso es el de siempre —que no se politice—, fue la política la que obligó al municipio a transparentar y actuar con más firmeza.
Trump amenaza, pero Juárez resisteDonald Trump volvió a hacer lo suyo: anunciar aranceles del 30% a productos mexicanos a partir de agosto, en caso de volver a la presidencia.
Pero en Ciudad Juárez, el anuncio fue recibido con calma.El sector empresarial local, encabezado por el CCE, considera que la medida no tendrá impacto directo en esta ciudad.
¿Por qué? Porque la industria maquiladora opera bajo el esquema Immex, que permite importar y exportar sin pago de aranceles, al formar parte de una cadena de valor regional.
La lectura es clara: Juárez, por su modelo industrial, está blindado frente al discurso electoral de Trump.
Pero el resto del país no.
Y el riesgo no está solo en la aplicación de medidas, sino en la señal política: México volverá a ser una ficha en la estrategia de presión del expresidente estadounidense.
En la frontera, las alarmas no suenan. Pero nadie pierde de vista que, con Trump en campaña, la tensión económica será parte del paisaje.