Jornadas Villistas: artistas sí, agua no
En Parral, el reclamo es generalizado: no hay agua. Y no lo dicen los partidos de oposición ni los opinólogos incómodos; lo dicen los propios ciudadanos en redes sociales, donde una pregunta se repite:
¿por qué sí hay 20 millones de pesos para artistas, pero no para resolver el problema del agua?
Ese es el costo, según fuentes oficiales, de las Jornadas Villistas 2025 con IVA incluido, por supuesto.
Un derroche cultural que, si bien atrae turismo y animación, no se refleja en el bienestar diario de la gente.
Porque las presentaciones duran un par de horas, pero la falta de agua se padece todos los días.
Y si en la cabecera municipal la cosa está así, en las comunidades es todavía peor, como lo ha venido denunciando la diputada
Alma Portillo de Movimiento Ciudadano. Así que, mientras se anuncian conciertos con bombo y platillo, los tambos siguen vacíos. Literalmente.
Santa Rita, la feria del sobreprecio
La Feria de Santa Rita está llena, sí. Pero también llena de quejas.
No por la entrada, que cuesta apenas 50 pesos, sino por lo que viene después.
Cerveza a 80 pesos, refrescos a 60, y botellas de licor hasta en 2 mil.
Ya no es feria, parece bar de Las Vegas.
El reclamo de la gente ya está circulando en redes sociales: no es posible que en una feria popular, en teoría pensada para el disfrute de todos, se apliquen precios que parecen de antro fifí de Polanco.
¿Dónde quedó el espíritu popular de Santa Rita?
Porque una cosa es hacer negocio, y otra es sangrar al ciudadano.
Algunos se preguntan si vale la pena pagar tanto por un trago tibio en un vaso de unicel.
Y mientras el Patronato guarda silencio, la ciudadanía saca cuentas.
Santa Rita es una fiesta popular con precios impopulares.
¿Se avergüenzan del PAN y PRI?
Parece que sí…Y en Durango, donde la grilla también está buena, Andrea Chávez fue a dejarles una joya de comentario a los de enfrente:
“Sí tienen vergüenza”.
Todo por los espectaculares de la candidata de la alianza PAN-PRI, donde los logotipos de ambos partidos están tan pequeños que parecen nota al pie.
Esos logos están ahí por obligación legal, no por gusto.
Porque si fuera por la candidata y su equipo, los quitarían sin pensarlo.
Lo que se busca es que se vea la cara, pero no el respaldo. Como si la gente no supiera quién la postula.
O peor: como si supieran, pero no quisieran recordarlo.
El comentario fue certero porque tocó una verdad incómoda: el PAN y el PRI andan tan desgastados que hasta sus propios candidatos los esconden. No es crítica, es estrategia.
Aunque claro, estrategia desesperada.
Porque si el logo espanta, el voto se esfuma.