Monte Xenit: el fraccionamiento aprobado por Maru Campos en Cabildo y el silencio ante las consecuencias
En medio de la polémica que rodea actualmente a diversos desarrollos habitacionales en la ciudad de Chihuahua —por su ubicación, impacto ambiental y déficit de infraestructura—, hay un nombre que reaparece con fuerza: Monte Xenit.
Este fraccionamiento fue autorizado formalmente por el Ayuntamiento el 23 de enero de 2019, durante una sesión ordinaria de Cabildo presidida por la entonces alcaldesa Maru Campos Galván, hoy gobernadora del estado.
Autorizado en sesión de Cabildo: 23 de enero de 2019En el acta S.O. 02/2019, el Cabildo aprobó por unanimidad la solicitud presentada por Pronova Grupo Constructor Inmobiliario, S.A. de C.V., representado por Jaime Horacio Barraza Pak, para la creación del fraccionamiento habitacional “Monte Xenit”, ubicado en la zona norte de la ciudad, a espaldas de la vialidad
Los Nogales.La sesión fue encabezada por Maru Campos y contó con la presencia de su gabinete y regidores de todas las fracciones, incluyendo el entonces secretario del Ayuntamiento, César Jáuregui Moreno, y el síndico Amin Anchondo.
La aprobación incluyó la totalidad del proyecto: uso de suelo habitacional, vialidades internas, lotes para áreas verdes, caseta de vigilancia, equipamiento municipal y reserva del promotor.
Todo ello distribuido en 105,614.22 metros cuadrados, con 255 lotes habitacionales.
¿Qué incluye Monte Xenit?Según el dictamen aprobado, el fraccionamiento se divide así:
• 255 lotes habitacionales
• 10 áreas verdes (3,261 m²)
• 1 lote de equipamiento municipal (6,885 m²)
• 1 caseta de vigilancia, además de vialidades, barda municipal, áreas jardinadas y reservas del promotor.
Las calles internas fueron bautizadas como Monte Xenit, Monte Fuji, Monte Kailash, entre otras, reforzando una identidad cerrada del conjunto.
Compromisos del desarrollador y condiciones técnicasPronova debía cumplir con diversas condiciones antes de urbanizar:
• Pagar el 1.7% del valor total de las obras como aportación al municipio.
• Entregar una garantía del 30% del valor de urbanización.
• Cumplir con especificaciones hidráulicas, instalación de hidrantes, reforestación (1 árbol por lote), y presentar todos los estudios catastrales.
Además, se señala en el acta que el desarrollo debía ajustarse a la resolución de impacto ambiental emitida por la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología.
¿Bardas y muros de contención?
El Cabildo también avaló la presencia de una “barda municipal” de 120.56 m², aunque no se especifica si corresponde a un muro perimetral o de contención.
En lineamientos generales para desarrollos en zonas ZEDEC, se establece que estas estructuras no deben dar la espalda a los cauces ni áreas verdes y deben integrarse visual y funcionalmente con el entorno.
¿Y ahora quién responde?
La autorización quedó firmada, sellada y aprobada durante el gobierno municipal de Maru Campos.
Hoy, en medio de cuestionamientos a desarrollos que han provocado presión urbana, problemas ambientales o falta de servicios, Monte Xenit vuelve al foco como ejemplo de cómo se aprobó —y hasta ahora se ha tolerado— el avance de urbanizaciones en zonas cuestionadas.
Las preguntas no son menores:
• ¿Se cumplió con las condiciones que estableció el Cabildo?
• ¿Dónde están los informes de seguimiento por parte del municipio?
• ¿El desarrollo afectó a arroyos o reservas naturales como advierten vecinos de la zona?
Responsabilidad institucional
Monte Xenit no fue autorizado en lo oscurito. Fue avalado abiertamente por Maru Campos y todo el Cabildo. El expediente está ahí. La responsabilidad también.
Y conforme crece la exigencia ciudadana por un desarrollo urbano ordenado, la revisión de estas autorizaciones es ineludible.
En particular, la figura de Maru Campos como alcaldesa al momento de la aprobación vuelve al centro del debate.
Este escenario podría representar una oportunidad para tomar distancia de la gobernadora y su grupo más cercano.
Para otros, es un síntoma claro del desgaste interno en el círculo de poder que hoy gobierna Chihuahua.
Incluso hay quienes sugieren que el caso Monte Xenit podría ser utilizado como argumento para romper alianzas previas, reacomodar liderazgos o iniciar deslindes dentro del mismo partido.
Lo cierto es que, según versiones de personas involucradas en el proceso, el conflicto apenas está saliendo a la luz.
Y para muchos, el señalamiento reciente hecho por Brenda Ríos no fue accidental, sino un golpe certero que reactivó una herida que no ha terminado de supurar.
Monte Xenit es ya mucho más que un fraccionamiento: es un caso que pone a prueba la memoria institucional, la voluntad de transparencia y el equilibrio político del oficialismo en Chihuahua.