Productores lecheros de Delicias y Meoqui exigen pago justo y protección ante competencia extranjera

Productores lecheros de Delicias y Meoqui exigen pago justo y protección ante competencia extranjera

La situación que enfrentan los productores de leche de la región de Delicias y Meoqui es un claro reflejo de las dificultades estructurales que atraviesa el campo mexicano, especialmente en un contexto globalizado donde el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha permitido la entrada de productos extranjeros de bajo costo que amenazan la viabilidad de la producción local. La manifestación en la carretera federal, que bloqueó el paso con el objetivo de exigir el cumplimiento de pagos pendientes por parte de Liconsa, pone en evidencia una serie de problemas interconectados que afectan no solo a los productores, sino a toda la cadena de valor del sector lácteo mexicano.

En primer lugar, la falta de cumplimiento por parte del Gobierno Federal, específicamente en lo que respecta a los pagos atrasados desde el inicio del año, demuestra una desconexión alarmante entre las políticas públicas y las necesidades urgentes del campo. La promesa de un precio de garantía y un subsidio que no se cumple a tiempo pone en duda la seriedad de las políticas gubernamentales para garantizar la estabilidad económica de los productores nacionales. Este incumplimiento no solo genera incertidumbre, sino que también socava la confianza en las instituciones encargadas de regular y apoyar al campo.

Por otro lado, la queja sobre la competencia desleal de productores extranjeros, especialmente de Estados Unidos, al vender leche en polvo de baja calidad a precios mucho más bajos, refleja una crítica válida al sistema de comercio internacional. Los productores mexicanos se ven obligados a vender a precios irrisorios, mientras que los costos de producción siguen siendo elevados. Es necesario que el Gobierno Federal considere la implementación de mecanismos que protejan a los productores nacionales, como la imposición de aranceles o impuestos a las importaciones de leche en polvo, similar a lo que se ha hecho en otras industrias clave como la del aguacate o el limón.

A pesar de las constantes peticiones y manifestaciones de los productores, el hecho de que el Gobierno no haya ofrecido una respuesta favorable deja en evidencia la falta de atención y compromiso con los sectores productivos del país. Esta indiferencia no solo afecta a los lecheros, sino que pone en riesgo la soberanía alimentaria de México, al depender cada vez más de productos importados que no cumplen con los estándares de calidad y que, además, desincentivan la producción local.

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