Revalidación Vehicular 2025: ¿Descuento o Recaudación Disfrazada?
El pasado 1 de febrero, la Secretaría de Hacienda dio inicio al proceso de Revalidación Vehicular 2025, anunciando descuentos escalonados en los primeros meses del año. Sin embargo, más allá de la aparente facilidad para cumplir con esta obligación fiscal, la medida sigue representando una carga económica considerable para los ciudadanos, especialmente para aquellos con vehículos más antiguos.
Un Impuesto que No Deja de Aumentar
Año con año, el costo de la revalidación sigue en ascenso, afectando el bolsillo de los contribuyentes. A pesar de los descuentos, los montos siguen siendo elevados:
• Vehículos 2001-2005: $1,663 pesos.
• Vehículos 1996-2000: $1,561 pesos.
• Vehículos 1995 y anteriores: $1,408 pesos.
Además, el pago no solo incluye el derecho de control vehicular, sino también cargos adicionales como la tarjeta de circulación, la contribución a la Cruz Roja y el impuesto universitario. ¿Por qué no permitir que el ciudadano opte por contribuir a estas instituciones en lugar de imponerlo como un cobro obligatorio?
Descuentos que No Compensan un Costo Elevado
Si bien el 50% de descuento en febrero puede parecer atractivo, no cambia el hecho de que este impuesto sigue siendo una de las cargas fiscales más altas para los dueños de automóviles. A esto se suma el hecho de que el trámite es obligatorio, dejando a los ciudadanos sin otra opción más que pagarlo o enfrentar sanciones.
El discurso de Hacienda intenta presentar los descuentos como una facilidad económica, pero en realidad se trata de una estrategia de recaudación que busca obtener ingresos en los primeros meses del año.
Digitalización: ¿Facilidad o Control?
Otro punto a considerar es la implementación de múltiples canales de pago, como WhatsApp, Facebook, kioscos, bancos y tiendas participantes. Si bien esto simplifica el trámite, también aumenta el control gubernamental sobre los contribuyentes, asegurando que el pago se realice sin excusas.
El verdadero problema es que los ciudadanos no ven reflejado este cobro en mejoras tangibles en infraestructura vial, seguridad o movilidad. ¿A dónde va realmente todo ese dinero?
Conclusión: Un Impuesto Necesario, pero Mal Justificado
La Revalidación Vehicular 2025 sigue siendo una obligación que golpea la economía de los ciudadanos, especialmente de aquellos con ingresos limitados y vehículos antiguos. Los descuentos ofrecidos no ocultan el hecho de que el costo es elevado y que, a pesar del cumplimiento de los contribuyentes, no hay transparencia sobre el destino de estos recursos.
Es hora de que la autoridad deje de presentar esta medida como un beneficio y rinda cuentas claras sobre el uso de estos fondos, garantizando que realmente se traduzcan en mejoras para la ciudadanía.
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