Sarampión en Chihuahua: los contagios superan los dos mil y crece la alarma sanitaria
Cuauhtémoc concentra casi la mitad de los casos, mientras la vacunación avanza tarde y con obstáculos.
Van cuatro muertes, todas en menores sin vacuna.
El brote de sarampión que comenzó discretamente a principios de año en comunidades rurales del estado se ha convertido en una crisis sanitaria que no cede.
A estas alturas, más de cuatro meses después de los primeros casos, Chihuahua acumula 2,006 contagios confirmados, de acuerdo con el último informe técnico de la Secretaría de Salud estatal.
Hasta este lunes, cuatro personas han perdido la vida y tres permanecen hospitalizadas.
Todas las víctimas mortales eran menores de edad sin esquema de vacunación.Los municipios más afectados son Cuauhtémoc, con 886 casos (el 44.17% del total), Chihuahua capital con 395, Nuevo Casas Grandes con 144 y Ciudad Juárez, con 51.
Las cifras confirman que la propagación ha sido sostenida, a pesar de los esfuerzos de contención implementados por las autoridades.
Una epidemia predecible
Lejos de ser un evento inesperado, el brote de sarampión en Chihuahua es resultado de años de rezago en vacunación infantil, particularmente en grupos sociales con resistencia cultural o religiosa a los biológicos.
La cobertura previa a la emergencia sanitaria apenas rebasaba el 20% en esquemas de refuerzo para menores de 18 meses, muy por debajo del 95% recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para mantener la inmunidad de rebaño.
El virus reapareció en comunidades menonitas que mantenían conexiones frecuentes con grupos similares en Estados Unidos y Canadá.
El primer caso fue detectado el 11 de febrero en un menor no vacunado, y desde entonces la expansión ha sido constante.
Respuesta tardía: macrocentros y brigadas en marcha
La Secretaría de Salud estatal instaló durante el fin de semana macrocentros de vacunación en municipios con mayores índices de contagio, y activó brigadas móviles para visitar zonas rurales casa por casa.
Hasta el momento, se han aplicado más de 130 mil dosis de la vacuna triple viral (SRP) en el estado, pero la dependencia reconoce que aún hay una población infantil considerable sin inmunización, sobre todo en áreas apartadas o con barreras socioculturales.
El reto no es menor: el sarampión es una de las enfermedades más contagiosas del mundo, y puede transmitirse por el aire hasta dos horas después de que una persona infectada ha estado en un lugar cerrado.
Riesgo nacional e internacional
Aunque Chihuahua es el estado con más casos en el país, el brote ya ha cruzado fronteras. Casos asociados se han detectado en Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Coahuila y Durango, y en el sur de Texas.
La Organización Panamericana de la Salud y el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos han emitido alertas epidemiológicas para reforzar los esquemas de vacunación en zonas con alta movilidad transfronteriza.
La última vez que México enfrentó un brote de esta magnitud fue en la década de los 90.
La erradicación del sarampión en el país se había logrado oficialmente en 1996, pero las coberturas incompletas y la desinformación han puesto en riesgo esa victoria histórica.
Conclusión: el virus desnuda una deuda histórica
El brote de sarampión en Chihuahua no es solo un problema de salud pública; es un síntoma de un sistema fragmentado, con déficits estructurales en prevención, comunicación y atención a comunidades vulnerables.
Las autoridades han acelerado la respuesta en las últimas semanas, pero el virus lleva ventaja. Mientras tanto, el número de contagios crece cada día, y con él, la urgencia de vacunar, informar y romper las barreras de desconfianza.
La contención del brote dependerá no solo de las dosis aplicadas, sino de la voluntad institucional para ir más allá de las campañas mediáticas y garantizar el acceso universal a la vacunación.
De lo contrario, el sarampión podría instalarse nuevamente en el país, como un fantasma del pasado que regresó porque se le dejó la puerta abierta.