Somos México y su apuesta por el PAN: ¿Estrategia política o desesperación electoral?

Somos México y su apuesta por el PAN: ¿Estrategia política o desesperación electoral?

La reciente declaración de la organización política *Somos México*, encabezada por Guadalupe Acosta Naranjo y Emilio Álvarez Icaza, no es solo un respaldo al PAN en Chihuahua, sino una confesión de la debilidad estructural de la oposición. Al admitir abiertamente que su principal objetivo es evitar que Morena llegue a la gubernatura en 2027, más que presentar una propuesta política sólida, evidencian la falta de un proyecto propio y la dependencia de un partido desgastado como el PAN.

Acosta Naranjo no deja dudas sobre su postura: el PAN es, según él, la única fuerza capaz de hacerle frente a Morena en el estado. Pero esta afirmación pasa por alto un detalle clave: el PAN, aunque gobierna Chihuahua, enfrenta problemas internos, un historial de divisiones y el desgaste natural del poder. Respaldarlo sin mayor argumento que el “evitar a Morena” parece más un acto de desesperación que una estrategia política bien planteada.

Más allá de las críticas a personajes como Cruz Pérez Cuéllar y Andrea Chávez, el discurso de *Somos México* se centra en una lógica de oposición reactiva: impedir que Morena gane a cualquier costo. Sin embargo, en la política no basta con oponerse; se necesitan propuestas, liderazgos renovados y una visión clara de gobierno. Hasta ahora, ni el PAN ni *Somos México* han demostrado tenerlo.

El dilema de Javier Corral: ¿coherencia o traición?

Un punto que resalta en el discurso de Acosta Naranjo y Álvarez Icaza es su crítica al exgobernador Javier Corral por su decisión de unirse a Morena y convertirse en senador por ese partido. Aunque afirman respetar su amistad con él, no ocultan su desacuerdo.

“Javier Corral es mi amigo, pero estoy totalmente en desacuerdo con su decisión. Y me pesa, eh. Es una amistad que me pesa, pero los amigos son los amigos aunque se equivoquen”, expresó Álvarez Icaza, reflejando una mezcla de decepción y reproche.

Por su parte, Acosta Naranjo recordó que en su momento apoyó a Corral cuando fue candidato del PAN a la gubernatura, incluso arriesgando su permanencia en el PRD. Ahora, cuestiona que el exgobernador se haya sumado a lo que en su momento criticó, dejando ver que para *Somos México*, Corral ha perdido coherencia política.

Sin embargo, esta postura también expone la contradicción en la que caen Acosta Naranjo y Álvarez Icaza. Ambos respaldaron a Corral durante su gestión, incluso en su protesta contra el gobierno de Enrique Peña Nieto cuando se redujeron las participaciones federales para Chihuahua. ¿Era Corral un político íntegro cuando estaba en el PAN y ahora es cuestionable solo por cambiar de partido?

Una oposición sin rumbo claro

El anuncio de que *Somos México* apoyará a otro partido si es necesario para frenar a Morena deja claro que su reciente registro como partido político es más una herramienta electoral que un proyecto independiente con aspiraciones reales de gobierno. Si su única función será operar como un satélite del PAN, su relevancia será limitada y difícilmente podrá consolidarse a largo plazo.

La oposición en Chihuahua y a nivel nacional enfrenta un reto mayor: definir si su papel es simplemente frenar a Morena o construir una alternativa real de gobierno. Hasta ahora, el mensaje de *Somos México* deja claro que han optado por la primera opción, lo que los condena a ser un actor secundario en el tablero político.