Una oda a la perfección gubernamental: el informe de Maru Campos
Por supuesto, el próximo 1 de marzo, Chihuahua se detendrá para escuchar el informe de gobierno de María Eugenia Campos, donde seguramente nos recordará, con cifras milimétricamente seleccionadas, que vivimos en el paraíso terrenal gracias a su administración.
Se ha vuelto costumbre que, ante la falta de resultados concretos, los informes de gobierno se transformen en una especie de carta de buenas intenciones: una lista interminable de planes, proyectos futuros y ocurrencias (como MediChihuahua), que más bien parecen sacados de un discurso de campaña. Promesas y más promesas que, lejos de rendir cuentas sobre la gestión, terminan siendo un espectáculo vacío donde el “informe” brilla por su ausencia.
Según los datos oficiales, este titán de la salud ha logrado brindar más de un millón de consultas y afiliar a casi 300 mil ciudadanos. Magnífico, ¿verdad? Claro, si ignoramos que en buena parte de las zonas rurales el acceso a servicios básicos de salud sigue siendo un sueño lejano. O que en Pensiones Civiles del Estado el “servicio médico” consiste en largas esperas y recetas que terminan en farmacias privadas porque el gobierno olvidó surtir el medicamento, sin olvidar la larga espera para una cita médica con algún especialista.
Sigamos con las estancias infantiles, esas 31 aperturas que han sido presentadas como el mejor regalo para las madres trabajadoras de Chihuahua. ¿No es fantástico? Especialmente cuando contrastamos con la realidad de los subsidios insuficientes y la creciente lista de espera en municipios más necesitados. Pero, claro, el titular luce fenomenal: “31 estancias nuevas”. Eso sí, no preguntemos por su presupuesto operativo o si realmente hay espacio para todos los niños.
Hablemos ahora de los desayunos escolares. Más de 201 mil distribuidos, según el gobierno. Una cifra que debería conmovernos, especialmente cuando los propios padres en zonas rurales tienen que hacer malabares para complementar esos desayunos con algo más sustancial. Pero bueno, una caja de leche y una galleta son más que suficiente para “garantizar el bienestar integral” de los niños, ¿verdad?
Y cómo olvidar el campo, esa joya de la economía chihuahuense que, según la administración estatal, ha recibido casi 600 millones de pesos en apoyos. Eso sí, si usted es productor agrícola y no ha visto ni un peso, probablemente esté buscando en el lugar equivocado. Quizás esos millones se quedaron atorados en los laberintos de la burocracia.
En el ámbito educativo, nos presentarán con bombo y platillo la iniciativa “Generación de Excelencia”, que benefició a 3,600 alumnos. Claro, se olvidarán de mencionar que Chihuahua enfrenta tasas de deserción escolar preocupantes y que muchos estudiantes carecen de acceso a tecnología básica para seguir el ritmo académico. Pero hey, si tú eres uno de esos 3,600 afortunados, ¡felicidades! Los demás, sigan intentando.
Por último, la joya de la corona: el informe no estaría completo sin un discurso lleno de esperanza sobre cómo “el 2025 será el año de la transformación definitiva para Chihuahua”. Porque ¿qué son promesas vacías sin una pizca de optimismo?
Así que, al escuchar a Maru Campos el próximo 1 de marzo, celebremos las cifras que nos harán sentir que todo está perfecto. Mientras tanto, los ciudadanos seguiremos lidiando con hospitales sin recursos, escuelas con carencias y productores que enfrentan sequías con promesas en lugar de soluciones. Pero bueno, el espectáculo debe continuar. ¡Feliz informe, Maru Campos!