Unidades médicas de Andrea Chávez: del populismo al abandono

Unidades médicas de Andrea Chávez: del populismo al abandono

En política, la forma sí es fondo, y en el caso de las unidades médicas que Andrea Chávez promocionó con su rostro y su nombre, el fondo terminó abandonado.

La presidenta estatal del PAN, Daniela Álvarez, soltó una bomba desde Cuauhtémoc: reveló que ciudadanos le habían compartido evidencia –fotografías y ubicaciones– de las famosas unidades médicas de Andrea Chávez… completamente abandonadas.

Según dijo Álvarez, tras el llamado de atención que la propia presidenta Claudia Sheinbaum le dio a Andrea por politizar servicios de salud, la senadora con licencia decidió retirar su imagen de las unidades.

Y como ya no le servían para hacerse promoción, optó por arrumbarlas. Así de claro.Este tema, lejos de apagarse, se ha convertido en un escándalo nacional.

El PAN no ha perdido el tiempo: ya presentó denuncias ante la Fiscalía General de la República y ante el Instituto Estatal Electoral.

Porque no se trata solo de una falta ética: estamos hablando del uso (y aparente desecho) de recursos públicos con fines electorales. Y eso tiene consecuencias.

Disculpas inútiles y políticos irrelevantes: el show de los diputados

Mientras Chihuahua enfrenta una sequía histórica, mientras faltan medicamentos en hospitales, mientras la violencia sigue siendo pan de cada día…

¿qué cree usted que estaban discutiendo los diputados del Congreso del Estado?

Pues nada más y nada menos que si un ciudadano debía ofrecerle o no disculpas públicas a Gerardo Fernández Noroña.

Sí, leyó bien. PAN, PRI, MC y hasta algunos de Morena se enfrascaron en una discusión absurda, defendiendo posturas sobre un tema que al 99% de los chihuahuenses simplemente no les interesa.

El espectáculo fue grotesco. Alegatos, discursos encendidos… todo para defender el ego de un político federal que ni vive aquí, ni conoce la realidad del estado, ni tiene autoridad moral para exigir nada.

Y mucho menos para desviar la atención de lo urgente.¿Dónde quedó el debate sobre la crisis hídrica? ¿Sobre los incendios? ¿Sobre la inseguridad? No, eso puede esperar.

Lo prioritario, según los diputados, es si Noroña fue ofendido o no.

Qué nivel de desconexión. Qué insulto a la inteligencia colectiva.No es de extrañar que el Congreso local esté tan desprestigiado.

Luis Rubén Maldonado: el que se dice asesor

En los cafés, en los chats privados y en las sobremesas políticas de Chihuahua, está sonando con fuerza: Luis Rubén Maldonado.

No por algún logro profesional, ni por su vasto currículum en “cursos internacionales”, sino por haber sido derrotado jurídicamente en un tema delicado: violencia política de género.

La resolución ya es oficial. El Tribunal Electoral confirmó que ejerció violencia política de género contra Olivia Aguirre Bonilla, actual candidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Tendrá que pedir una disculpa pública. Con todas sus letras.

Sin pretextos. Sin poses.Y mientras eso sucede, la opinión pública toma nota.

Porque más allá del fallo, lo que ha salido a flote es la verdadera cara de quien se vende como asesor político, consultor de imagen y coach de vida.

La pregunta que muchos se hacen es: ¿de qué sirve tanto título, tanto diplomado en Washington, si no se tiene el mínimo criterio para conducirse con ética?

Se le ve presumir que es íntimo de medio gabinete estatal, que si “Beto, el hermano de Santiago”, que si Alfredo Chávez, que si su linaje de nieto de exalcalde.

Pero lo cierto es que, al final del día, las instituciones hablaron. Y no a su favor.Luis Rubén ha pasado de ser el operador de pasillo a ser tema de mesa.

No por mérito, sino por escándalo. Y eso, en política, es una caída en cámara lenta.Francisco Sánchez sí alzó la voz.

¿Y los demás?En medio del ruido político, de los discursos huecos y las grillas de pasillo, hubo una voz que esta semana sí dijo algo con sentido.

Fue la del diputado de Movimiento Ciudadano, Francisco Sánchez, quien presentó una iniciativa para reformar el Código Penal con el fin de proteger de verdad a las mujeres que denuncian violencia.

El caso que lo motivó es el de la maestra Lucero, quien pidió ayuda, denunció, y fue ignorada por el sistema. Terminó asesinada.

Una tragedia que pudo evitarse si las instituciones no hubieran vuelto a fallar.Sánchez lo dijo claro: denunciar no puede ser sentencia de muerte.

Y tiene razón. ¿Cuántas veces más se necesita que una mujer sea asesinada tras pedir auxilio, para que el Estado reaccione? ¿Cuántas Luceros más?

La propuesta está sobre la mesa. Pero de nada sirve si se queda ahí, empolvándose en comisiones.

Ahora toca moverle al Congreso, exigir voluntad política y recordarles a los diputados que las leyes están para salvar vidas, no para simular que hacen algo.Francisco Sánchez hizo su parte. Veremos cuántos lo respaldan… y cuántos prefieren seguir jugando a la política, mientras la realidad cobra vidas.